– ¿Mari, y por qué no celebrar una ceremonia de maxipausia?
– ¿pero qué es esoooooo?… ¡a ver lo que nos traes ahora!
– pues nada Mari eso es que le damos la bienvenida a otra etapa maravillosa que entra la mujer, vamos que se acabaron las compresas, ¡que no está nada mal ahorrarse unos eurillos!, y que despedimos a nuestros maravillosos estrógenos…
– ¿Estroqueeeee?
– Estrógenos Mari, estrógenos
– Cuanto sabes prima, eso de estudiar fuera del pueblo te ha dado un no se qué, vamos que lo sabes todo todo todo…
– No Mari, es que hay que leer más, y saber del cuerpo de una. Los estrógenos son nuestros aliados cuando tenemos la menstruación, Se forman en los ovarios y nos ayudan a mogollón de cosas, como cuando ovulamos, o nos quedamos preñadas, también son importantes para todo nuestro sistema metabólico, ayudan en la repartición de grasas, protegen los huesos y…
– Para, para, paraaaa prima ¿qué es eso de la distribución de grasas? Porque yo a esa gente no la tengo en mi cuerpo, o son un poquito vagos, ¡na más me tienes que mirar, si tengo grasas hasta en las pestañas!, ¡y tú sabes que ahora me estoy cuidando!
– Mari hija tú tienes ese tipo porque eres de constitución como la abuela, es heredado
– ¿constitución? ¿constitucioooón?…Pa Constitución ¡la Avenida!, de eso ná, tú dices que los estrógenos ayudan en la distribución de grasas, ¿y porque na mas la distribuyen en un solo sitio? ¿Eeeh, eeeeh….?
– Mari, hija, no te puedo contar na de na, como te pones…
– Bueno sigue sigue… y digo yo, si en la plenipausia perdemos estas hormonas, ¿Qué sucede? ¡¡¡Ay Dios mio que me voy a poner como un globo estático!!!
– Por eso te digo que podríamos celebrar la plenipausia y traer a alguien que nos hable de esta etapa, de cómo cuidarnos y que ejercicios hacer, ya que cuando se van los estrógenos entramos en una etapa crucial donde muchas cosas se convierten en, como diría yo, mas incómodas.
– Incómoda me estoy poniendo yo ya al escucharte prima… es queeee…
– Mari, escúchame, yo sólo digo que cuando una pone atención a su cuerpo el cuerpo responde, y una celebración donde dar la bienvenida a esta etapa es buena para nuestros pensamientos y nuestro equilibrio, ¿no crees?
– Uy uy prima ¿tú de dónde vienes? ¿tú has tomado algo raro?
– Anda ya… si es que en esta familia nadie me entiende, por eso me fui…
– Prima no te enfades, que yo hago una ceremonia de esas que tú dices y asunto arreglao, a ver, ¿qué hay que hacer?…
– No bromees con esto Mari, te estoy hablando en serio… yo estoy en una etapa muy especial para mí, me ha llegado la plenipausia y quiero celebrarla con mujeres a las que quiero y hacer algo especial, ya que no pude celebrar mi menarquia…
– ¿¿¿Menarqueeeeeeee??? ¡¡Uy prima tú me traes una palabras…!!
– Hija, menarquia es la primera menstruación… se llama así
– ¡¡Pero que prima más moderna tengoooo, por Dios Bendito, que te como!! Venga y ¿a quien llamamos para celebrarla?, seguro que tú ya sabes a quien… jajajaja, ¡como si te viera, seguro que hasta lo has reservao y to!
– Bueno hay una persona que se dedica a esto, lo tengo aquí lo ví en internet, a ver, aquí está, se llama MENARQUIAMEN…
– Oye y quien va a venir, a la Chari la llamo yo, y las primas de Sevilla seguro que quieren, bueno y tus amiguis de la Uni, y mi amiga Carlota que esa se apunta a un bombardeo, oye digo yo: ¿hombres, como tal, vienen?
– Ay Mari… cuanto mal te ha hecho no salir del pueblo
– Prima es que ¡si no hay hombres no es una fiesta ni es ná!…
– Mari me voy a dar un paseo por la viña y después seguimos hablando…
Catalina salió del cuarto de estar y Mari se quedó con cara de emoticono pensativo…
Y se escuchó: Esta prima mía cada vez que viene al pueblo nos trae un problema nuevo… PLENIPUSIA dice, que es esto de los estrofenos, ay que ver, ay que ver… una fiesta sin hombres … Jesús bendito donde se habrá visto eso…
Con amor, MenarquiAmen.